Un kriya para niños también valdría para un grupo de adultos que quiere desarrollar la fantasía y dejarse llevar por el niño o la niña que todos tenemos dentro.
Estas técnicas ayudan a crear confianza, incrementar la sensibilidad, reforzar la comunicación y construir relaciones fomentando un sentido de comunidad.
En todas las clases se sigue la estructura de secuencias normales de una clase de kundalini yoga para adultos y en las que también se puede incluir el sonido del Gong. La única diferencia es que, la serie para niños se haría a través de juegos que se pueden realizar con yoga para estar más equilibrados, para que a través de cada asana o postura inculcar en el niño, que él como persona individual y grupal (al hacerlo en grupo), puede divertirse, desarrollar su fortaleza física, mental, emocional y espiritual, al hacerlo de forma dinámica y sensitiva. También ayuda a mejorar su coordinación, equilibrio físico y emocional, flexibilidad, trabajo en grupo, sentido del humor, autoestima, su control de impulsos, su atención, concentración, memoria y gestión de la energía en el marco de un positivo y elevado espacio.
Para ello se emplearían juegos creativos, ejercicios, posturas, meditaciones para incorporar en cada clase con el fin de atraer su atención y su interés para alcanzar en el niño el objetivo de participar divirtiéndose, a la vez que también desarrolla su potencial creativo.
En todas las clases se sigue la estructura de secuencias normales de una clase de kundalini yoga para adultos.